Todos los días, nos enfrentamos a elecciones, pequeñas elecciones, que hacen olas para mover la economía mundial; y cada centavo que gastamos, especialmente los que gastamos en las elecciones que hacemos para nuestra comida, causa una onda que podría cambiar el futuro.
Su café, sus especias, incluso los productos que solían venir de la misma carretera ahora se envían desde miles de kilómetros a la redonda.
Y entonces tú, como yo, te preguntas:
-¿Debo comprar esta lata de judías verdes o debo optar por las frescas?
-¿Deberíamos ir al supermercado o comprar en el mercado local?
-¿Vale la pena comprar verduras al doble de precio si son ecológicas?
¿O debería simplemente ir a un restaurante y olvidarme de comprar comestibles, preparar comidas, cocinar y comer en casa?
Ahora desviémonos por un segundo de mi punto principal (o pregunta) aquí, que es este:
"¿Cómo va a salvar el planeta hornear pan en casa (o cocinarlo en la estufa si no tienes horno)?"-
y preguntarnos qué estamos haciendo para ayudar y qué no.
Yo, por mi parte, admito que no he tomado la decisión de cambiar a productos exclusivamente orgánicos.
También debo admitir que compro leche de coco, que viene de Tailandia o India.
¿Comenzaré a gastar más dinero para apoyar prácticas éticas en el uso de pesticidas?
¿O voy a volver a priorizar mi tiempo y cultivar un jardín en casa?
¿Voy a dejar de comprar leche de coco?
¿O voy a buscar una tienda que venda leche de coco que venga directamente del vendedor (como una tienda “internacional” propiedad de la persona sentada detrás del mostrador)?
Al hacer todas estas preguntas, me doy cuenta de que yo, y espero que los demás también, debo ser más cauteloso al considerar las formas en que mis compras afectan al mundo.
En lugar de comprar el pan que viene en plástico todas las semanas, puedes comprar harina, levadura y sal para hacer pan en casa (el tiempo récord para mezclar ingredientes y amasar es probablemente cinco minutos y sí, debes dejar que suba durante una hora y tiene que lavarse las manos después); en lugar de comprar nuevas bolsas de plástico para la basura, puede usar una de las miles de bolsas que pasan por su casa todas las semanas para tirar la basura (y si no son lo suficientemente grandes, vale la pena notar cuánta basura está generando ); en lugar de pagar el agua en una tienda conveniente, puede obtener una botella de agua y llenarla con agua en el baño; en lugar de detenerse en dicha tienda conveniente para comprar un refrigerio, ¡puede simplemente comer en casa!
Y volviendo a mi primera pregunta ahora:
-¿Qué hábitos estás creando para ti y para tu familia? ¿Son hábitos sostenibles?
-¿Qué te impide tomar mejores decisiones?
-¿Cuál es el mayor reto al que te enfrentas para llevar una conciencia ecológica a tu vida?
-¿Y te gustaría cambiar?
Gracias por cualquier aporte y dudas sobre mi lógica, lectores. Bienvenido a la crítica y la expansión.